“En esta compañía, la seguridad es primero”, “La seguridad de nuestros empleados es nuestra prioridad”
Estas son frases muy comunes y aceptadas cuando el liderazgo de una compañía se refiere a la forma segura de trabajar de sus empleados, esto da una sensación generalizada de que las actividades y métodos de prevención de accidentes son tomados en serio y se les dedica el tiempo necesario para cumplir con las normas de seguridad…hasta que no hay tiempo para dedicarle, o las prioridades productivas se contradicen.
Puede que los siguientes párrafos no sean aplicables a todas las empresas, incluso pueden parecer falsos para algunas organizaciones que han tenido éxito utilizando el famoso eslogan, “la seguridad es primero”, para usted amable lector, déjeme extender mis más sinceras felicitaciones y deseo que continué su éxito. Con este articulo trato de avocar a aquellas organizaciones que aunque se esfuerzan seriamente, los resultados positivos aún no han llegado, y los accidentes o cuasi accidentes siguen causándoles complicaciones.
Una empresa con fines de lucro tiene como fin último generar ganancias, es la razón por la que están en el mercado y el objetivo que buscan en su día a día; para generar mayores ganancias generalmente se buscan procesos más eficientes, calidad superior y disminución de tiempos muertos; si bien es cierto que un ambiente de trabajo seguro y con riesgos controlados impacta directamente en todos estos indicadores, muchas veces no es tan evidente que dedicarle tiempo a la seguridad traiga resultados tan inmediatos como los vistos por intervenir directamente sobre el proceso, es por eso que resulta entendible cuando la prioridad de un supervisor o líder de proceso no sea dedicar tiempo a la seguridad.
La seguridad tiene mayor impacto cuando está dentro del comportamiento de cada empleado, cuando cada miembro de la organización vive y practica la seguridad de manera tan natural que no sean esfuerzos, sino simplemente “la forma en que hacemos las cosas”. Es por eso que la seguridad no es prioridad, la seguridad debe ser un valor. Es por eso que la seguridad no es primero, la seguridad es todo y debe estar en todas las actividades que hacemos.
Para lograr esto, es necesario impactar directamente sobre la cultura organizacional, sobre las conductas aceptadas y los comportamientos esperados de cada miembro de la cadena productiva.
En futuros artículos haremos alusión a como transformar la cultura de una organización.
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